Vehículo ¿Nacional o importación?

Si alguna vez te has visto en la situación de tener que vender un vehículo, y lo has anunciado en cualquiera de los canales de venta habituales o páginas más conocidas de internet, seguramente habrás recibido en primera instancia esta pregunta, procedente de un “interesado”; ¿Es nacional o importado?

O por otro lado, puede que seas esa persona, a la que es lo que más importa a la hora de comprar un vehículo y realiza esa pregunta, antes que cualquier otra.

También suele ocurrir que tras recibir esta pregunta, si la respuesta es importado, no vuelvas a tener comunicación alguna con el “interesado”, probablemente, ni un “gracias, adiós”.

En este tema se unen multitud de factores que propician la desconfianza de muchos compradores hacia los vehículos de importación, pero la mayoría de ellos son infundados y forman parte de leyendas urbanas, desinformación o ignorancia. Así que, vamos a comentar al respecto acerca de ello.

Desconfianza

Es sin duda el principal motivo que incita a cualquier comprador a la hora de elegir un vehículo importado. Y esto ha sido propiciado por una mala praxis que se ha venido realizando desde hace varias décadas por parte de los vendedores, los cuales, ávidos de riqueza, compraban vehículos fuera de España, principalmente en países como Alemania a precios bajos, debido a sus altos valores de kilometraje, el cual modificaban, reduciéndolo considerablemente al matricularlos en España, para poder vender a un precio muy superior al adquirido, y así, de forma ilícita y torticera, obtener una alta ganancia.

Por desgracia, esto se sigue haciendo de forma muy habitual. Además, no solo con la modificación del verdadero kilometraje del vehículo, si no con otros detalles igual de importantes, como la ocultación del pasado, accidentes del vehículo o número real de propietarios, etc.

Sin duda, este es el principal motivo de desconfianza del consumidor a la hora de comprar un vehículo. Pero afortunadamente, desde hace unos años, este tipo de estafas se está persiguiendo de forma penal, cada vez más dura y eficientemente en nuestro país y en toda la Unión Europea. A la par que las compañías automovilísticas dotan a sus vehículos de cada vez más sistemas para evitar fraudes de este tipo.

Actualmente, la mayoría de vehículos, principalmente de alta gama, disponen de sistemas más sofisticados para evitar estos problemas. Especialmente, unidades electrónicas de control situadas en distintas instancias del vehículo o módulos de comunicación que no permiten modificar la información que han captado. Por otro lado, también los delincuentes intentan adaptarse a ello y conseguir métodos más refinados para poder seguir con su labor.

Vehículos “nacionales”

Principalmente se presupone que un vehículo que siempre ha estado matriculado en el mismo país, es menos propenso a los problemas que comentamos anteriormente, pero por desgracia, para nada es así.

Tendemos a creer que un vehículo importado es menos fiable que uno “nacional”, pero lo cierto es que al igual que en la mayoría de los casos, quién comete el fraude con vehículos de importación, lo hace de forma similar con los vehículos de primera matriculación española.

Y es que no por ser vehículos matriculados siempre en España, están exentos de esta problemática. Ya que si nos regimos por estadísticas, los casos de fraude detectados entre vehículos de ambas procedencias, son muy similares. Esto viene claramente determinando que el problema no está en los vehículos de fuera de España, si no en las personas que están dentro de España.

Calidades

Desde el punto de vista de un profesional del mundo de la automoción, con muchos años de experiencia y casos a sus espaldas, sí que podría afirmar que en cuanto a estado de conservación, cuidado, buen mantenimiento del vehículo e incluso equipamiento del mismo, la mayoría de vehículos procedentes de países como Alemania, Luxemburgo o Bélgica, se encuentran uno o varios puntos por encima de los nacionales en estos aspectos.

En la mayoría de los casos en los que adquirimos vehículos de importación, en comparación con vehículos similares comprados en España, observamos que se encuentran en mejor estado y normalmente cuentan con un equipamiento más amplio. También por norma general, han pasado en más ocasiones por servicio oficial a la hora de realizar su mantenimiento, lo cual viene reflejado en su libro de revisiones, ya sea en formato físico o electrónico.

¿Nacional o importación?

Basándonos en nuestra dilatada experiencia y en los casos vividos, podemos resumir que lo más importante a la hora de adquirir un vehículo, independientemente de su procedencia, es el proveedor o propietario al que vamos a adquirir el coche. Al fin y al cabo, es quién nos va a determinar los datos más importantes del vehículo, que suelen ser entre otros la capacidad de poder certificar la cantidad de propietarios que ha tenido, dónde y cuáles han sido sus revisiones, si ha tenido averías o accidentes y el uso principal que ha tenido.

A lo largo de la historia de Rmotor, nos hemos encontrado con multitud de casos de diversa índole. Ello nos ha llevado a no comprar nunca vehículos de los que no podamos garantizar estos detalles. De este modo, a la hora de determinar la adquisición de un vehículo, ya sea para exhibir en nuestras instalaciones o por encargo de un cliente, siempre compramos en proveedores de confianza, normalmente casas oficiales o concesionarias amparadas por los fabricantes. Las cuales, puedan certificarnos cada uno de los detalles que consideramos más importantes acerca del historial del vehículo.

Por ello, no podemos manifestar que un vehículo de importación o uno de procedencia nacional sea mejor que el otro, ya que cada caso es muy particular. Pero basándonos en estadísticas, sí que hemos comprobado que un mayor porcentaje de vehículos procedentes de países como Luxemburgo, Alemania o Bélgica, nos llegan en un estado y nivel de equipamiento mejores que los vehículos procedentes de España. Especialmente a destacar los coches procedentes de Luxemburgo. Así que, a la hora de adquirir un vehículo, lo más importante es poder conocer bien su pasado mejor que su propia procedencia inicial.